Entre moda y arte, así es el Renacimiento florentino
Viaja con nosotros para conocer los lugares emblemáticos de la capital del Renacimiento, emblema de artesanía, refinamiento y elegancia
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Hablamos de la ciudad que inspiró nuestra marca y acercó la cultura y el estilo de Italia al mundo.
Florencia es un símbolo de artesanía y alta costura.
Es la ciudad de los talleres, donde se trabajaban los tejidos para concebir creaciones únicas que han caracterizado la alta costura italiana y se han convertido en emblemas de belleza e innovación.
Florencia, ciudad de arte y cuna del Renacimiento
Fue Giorgio Vasari quien bautizó a Florencia como la «cuna del Renacimiento», ese periodo histórico de intensa renovación y revolución en el mundo de la arquitectura, la escultura y el arte. Descendiente del humanismo europeo, el Renacimiento aúna innovación y amor por la belleza, tal y como demuestran las obras y los protagonistas de este periodo.
En Florencia, la corte promueve el valor del arte, mientras que los artesanos encuentran un terreno fértil para experimentar y crear nuevas formas y patrones que embellecen las paredes de palacios e iglesias.
De los tapices a las telas: la sastrería en pleno apogeo
Así comenzó una tradición que, aún hoy, es protagonista indiscutible del verdadero estilo italiano.
La moda en tiempos de Lorenzo el Magnífico
Cuando hablamos de la Florencia renacentista, no podemos evitar hacer mención de la historia de la corte de Lorenzo de Médici, a quien se le conoce como «El Magnífico». Gran mecenas y amante del arte, Lorenzo de Médici cuidó mucho el estilo de su corte. Además, creó un auténtico manual de estilo de la época, que incluye desde la elección del color púrpura como símbolo de realeza y poder, pasando por el uso de tejidos refinados, como la seda trabajada en telar, y hasta la atención a los detalles fabricados con materiales preciosos, pedrería y joyería.
¿Qué significa ser una mujer del Renacimiento?
Lucrecia Borgia, Catalina de Médici o Isabel de Aragón son solo algunos nombres de las mujeres que representaron a la perfección la cultura de su época y que hoy son iconos de estilo, así como, sobre todo, símbolos de independencia y libertad.
Las mujeres del Renacimiento emprendieron un camino que les permitiría convertirse en protagonistas de la vida política del país.
Eran mujeres de la nobleza que participaban activamente en los asuntos políticos de su corte y que gobernaron su país.
Tejidos y estampados
Ya hemos hablado de cómo la moda florentina, en su época de esplendor, se inclinaba por tejidos y materiales refinados, confeccionados de forma artesanal en sus talleres. Gracias a la invención del telar jacquard, que hoy da nombre a esta particular manufactura, se pueden fabricar prendas con estampados elegantes y coloridos. De hecho, hoy son las estrellas de la moda y el estilo actuales, a la vez que ayudan a las mujeres a expresar su personalidad.
Del Renacimiento al presente
Los corpiños, que han ido dejando paso a modelos más ligeros y cómodos desde mediados del siglo XX, regresan hoy como distintivo de feminidad.
Por su parte, los gruesos tejidos del periodo medieval y renacentista se sustituyen hoy por el tul y el satén, para crear vestidos elegantes y de gran belleza. En cambio, los cortes imperio típicos de la época conservan sus características principales para realzar la silueta femenina.
El único museo dedicado a la moda
Existe un solo museo dedicado a la moda italiana, que tiene su sede en Florencia: el museo de la Moda y el Traje. Se trata así de un espacio con una colección de más de 6000 prendas y artículos que han marcado la historia de la moda.
En este museo podrás contemplar vestidos teatrales, accesorios de época y algunas de las prendas de los diseñadores italianos más famosos del mundo.
Unas prendas y unos tejidos que dinamizan el distrito de la moda y el diseño, que tiene su corazón en las regiones centrales de nuestra península.
